miércoles, 4 de enero de 2012

03 - Carta de un miserable a una presidenta que enamora - Por Daniel Ballester

Cuando alguien nos dice que nadie es imprescindible nos está mintiendo. Mentiras montaraces de algunos sabelotodos que no entienden nada.
Todos somos imprescindible.
Imprescindibles porque cada uno de nosotros es una criatura única e irrepetible en la naturaleza del universo todo. Nos podrán clonar, duplicar, dividir, mutilar, multiplicar, pero siempre habrá algo insustituible que hará estable y genuino eso que somos.
Imprescindibles porque cada uno de nosotros toma la decisión final a la hora de elegir que comer, con quien dormir, a quien amar, donde descansar o cuando maldecir.
Imprescindibles porque somos portadores de un ADN y de un DNI personal e intranferible. Todos somos imprescindibles y en estos momentos usted más que nadie, señora Presidenta.
Le pido disculpas y le doy mi palabra que no puedo evitar escribir lo que escribo aunque tal vez debería tener cierta cautela para evitar vanas exteriorizaciones o exabruptos superfluos pero no sería yo.
Usted no hace otra cosa (hace otras cosas claro, es un decir), usted no hace otra cosa, le decía, que invitarnos al compromiso, a la acción política, a la inteligencia y a la alegría.
Y usted representa de alguna manera todo eso, así que imagino, intento imaginar su bronca por tener que abandonar unas semanas el cargo de jefa de estado. Pero también imagino su profunda convicción de que siempre hay que reparar la salud, sobretodo cuando uno ama lo que ejerce.
Dicen que en las democracias, el ser humano se encuentra en mejor situación que en ningún sistema político conocido. Yo siempre dudé sobre esta afirmación, hasta que llegaron Néstor y usted. Dos imprescindibles.
Hoy a la tarde, mientras leía algunos testimonios anónimos en los diarios digitales de la oposición sobre su persona volví a sentir gran apego a su figura institucional, a su inteligencia, a su voluntad, a su coraje. Como diría un canillita amigo: dime que lectores tienes y te diré que diario haces.
Usted como primera mandataria nunca le ha causado mal a nadie, jamás discriminó, burló o falsificó ninguna ley fundamental de la Nación para beneficio suyo o de su partido político. Nunca difamó, nunca amenazó, nunca expropió bienes o lugares pertenecientes a terceros aunque muchos reclamemos que se anime a hacerlo. Sin embargo la mínima perspectiva de que su salud deba ser tratada es suficiente para que hordas de individuos absolutamente sedientos de odio le apliquen todo tipo de groserías de la más rancia estirpe.
Señora Presidenta queremos acompañarla, entenderla, mimarla y si llegara el caso, defenderla con uñas y dientes. Por eso somos imprescindibles. Porque somos un pueblo que la aprecia. Como dice mi amigo el canillita: dime quien te insulta y te diré quien te ama.
Nos emociona y nos compromete el nuevo desafío que está por encarar.
Así que cuente con nosotros.
Como nunca.
Como siempre.
Porque nos enamora la patria pero más nos enamora usted.

-----------------------------------
Por Daniel Ballester.
Realizado por Julián Profeta.

Argentina 2011

www.julianprofeta.com.ar

No hay comentarios: